Quien no ha celebrado este evento, que no recuerde como
una etapa alegre de su vida, donde había dispendio para
abordar, atosigar y gastar bromas a cualquiera,de
mozos andan por las calles desiertas dando voces, tumbos
y vino con
el beneplácito de las gentes, que lo respetaban como una
costumbre, que no dejaba de ser divertida y de obligado
cumplimiento. |