CRÓNICA ABRIL 2014


Pues la verdad es, que como en años anteriores y a pesar del buen tiempo, parece que el personal prefiere otras zonas de disfrute, pues la afluencia fue menor que en años anteriores y solo Domingo de Pascua se dejo notar un poquito mas la gente de fuera. En cuanto a novedades, ninguna, excepto ver a la pareja de novios que llegaron de allende las tierras y, que esta de moda ahora en el pueblo. Ver, para creer.

Una semana como ésta en un pueblo, puede convertirse en una semana de mortificación al carecer de opciones lúdicas y si además escasea la afluencia de gente de fuera, se hace mas tedioso, pues a la poca gente que hay en el pueblo apenas se la ve, excepto a la hora de tomar el café donde 2 o tres mesas a lo sumo se llenan para echar la consabida partida al tute o la subasta. Este año, ni siquiera eso. La poca gente que llegó de fuera, me comentaba que visitaba el pueblo, mas por ver a la familia que por otra cosa. Mi visita al pueblo era obligada por mi madre.

Decididamente el pueblo, ya no es una opción para disfrutar la semana santa, pues si como todos esperan de esta semana, es pasarlo en plan festivo, de ocio y diversión, en el pueblo olvídate de eso, pues carece de espacios y eventos que puedan ofrecerlos.

La única opción y aprovechando el buen tiempo lo que mas prestó es pasear por la vega, donde se pueden admirar bellas estampas de primavera, o hasta la pasarela, que a pesar de las crecidas y la gran riada, no fue mucho el daño ocasionado, aunque se echan en falta algunos bancos para que la estancia en dicho lugar no sea el llegar, mirar y marcharse seguidamente. La otra opción como siempre fueron los bares de cuyas tapas disfrutamos. Y ampliando un poco la ruta de ocio, hay que destacar el "Bar Maral" en Santa María de la Vega, un bar moderno, totalmente funcional, reformado con tintes futuristas y que la oferta de tapas y aperitivos son especialidades de la casa, que con una gran oferta de variedad, hace del paladar un gusto esquisto en cualquiera de sus tapas y lo convierte en un punto de encuentro para las gentes de los alrededores y que ha llegado a ser  el referente cultural y social de la zona. Esta a cinco minutos en coche desde Arrabalde y la verdad es que merece la pena visitarlo.

En cuanto a la hoguera y quema de vides de la madrugada del Sábado, bueno, como tradición tiene su aquel, pero como evento lúdico festivo, mi hija (que era la primera vez que acudía) me comentó que es lo mas soso y absurdo que había contemplado, pues todo el encanto se limitaba a ver como ardían unos maderos, y mirar la fogata con la vista fija como autómatas, vamos que le pareció patético.

Y como ya dije en mi anterior crónica, ni se me ocurre, ni siquiera remotamente, acudir a esos espectáculos procesionales, grotescos, arcaicos, trasnochados y soporíferos, que mas parecen un sarao para turistas, casi un carnaval, o un desfile del KuKluxKlan, propios de ritos ancestrales, de épocas oscuras, donde se imponía la asistencia obligatoria ante el terror de la inquisición y otras supercherías ancladas en la ignorancia, el oscurantismo y el fanatismo, que gracias a la cultura y avance del conocimiento, hoy día solo son considerados como espectáculos turístico-arcaicos.

Y es que los pueblos, van quedando solo para el verano, que es cuando recuperan un poco de vida, que se transforman  en lugares ideales para el  descanso, relax, ocio, diversión, rutas, piscinas, paseos por la vega o la sierra, etc., etc.. claro eso siempre que lo alternes con temporadas en otras zonas turísticas, porque quitando la semana de las fiestas, el resto del tiempo si no lo organizas bien, puede hacerse tedioso e insoportable.

Así que hasta el verano. Sed felices

 

Como siempre os dejo un pequeño reportaje de fotos

 

 

 

 

 

 

 

 DE REGRESO A MADRID