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ANTE LA INJUSTICIA, LA PROTESTA. Porque hay momentos en los que callar se vuelve una culpa y hablar se vuelve un deber, un deber ciudadano, un desafío moral, un imperativo del que no es posible escapar, a expensas de que te hagas cómplice de hechos y situaciones, que son contrarios a derecho, justicia y moral. No tengo afiliación política alguna, por eso expreso mi opinión ante lo que considero injusto, amoral y contrario a derecho.

 

2024                                        

EL ANÁLISIS POLÍTICO, SOCIAL Y ECONÓMICO

 

 

 

Martes 24 de Diciembre

 

El Futuro de nuestras pensiones

 Una bomba en el tiempo

El sistema de pensiones, pilar fundamental del bienestar social en la vejez, se enfrenta a una crisis global de proporciones alarmantes.  En España es aún mas grave.

El sistema cuenta con 2,4 cotizantes por cada pensionista que, de momento, garantiza demográficamente su viabilidad. Pero hay mucha variedad geográfica, porque al día de hoy,  hay 30 provincias que tienen menos de 2 cotizantes por pensionista y si esto se generaliza el sistema de pensiones será inviable.

Pero que no cunda el pánico aunque la situación se vuelva compleja y problemática, habrá que buscar soluciones antes de que eso suceda o preveer planes alternativos.

España hoy tiene 10.240.000 pensionistas con un gasto mensual de 12.896 millones de euros. Un problema que se agranda día a día, mas con la esperada jubilación masiva del baby boom, que rasga las costuras de las pensiones, pues será un incremento de un 23% mas que las bajas, lo que supondrá un impacto en la seguridad social bestial, que un país como España tendrá que hacer malabares para soportar

El envejecimiento de la población, la disminución de la tasa de natalidad y la creciente esperanza de vida están creando una presión insostenible sobre los sistemas actuales, generando un debate urgente sobre su viabilidad a largo plazo. El problema no se limita a un país o región específica, aunque a unos les afectará mas que a otros; afecta a economías desarrolladas y en desarrollo por igual, aunque con diferentes matices.

 

 

El panorama es desolador:

 

·       Envejecimiento poblacional: 

La proporción de personas mayores de 65 años está aumentando exponencialmente en todo el mundo. Esto significa un menor número de contribuyentes activos para sostener a una población creciente de jubilados que requieren una pensión.

 

·       Disminución de la natalidad: 

Las tasas de fertilidad en muchos países han caído por debajo del nivel de reemplazo, lo que exacerba el desequilibrio entre contribuyentes y beneficiarios.

 

·       Aumento de la esperanza de vida:

 Mientras vivimos más años, también aumenta el tiempo durante el cual se necesitan pensiones, incrementando la carga financiera sobre los sistemas.

 

·       Déficit presupuestario:

 Muchos sistemas de pensiones están operando con déficits significativos, requiriendo subsidios gubernamentales para mantenerse a flote. Este déficit es insostenible a largo plazo.

 

·       Modelos de pensiones insostenibles: 

Algunos modelos, como los sistemas de reparto puro, dependen en gran medida de las contribuciones de los trabajadores activos, haciéndolos particularmente vulnerables a los cambios demográficos.

 

·       Desigualdad en el acceso a las pensiones: 

Una gran parte de la población, especialmente en los países en desarrollo o en el sector informal, carece de acceso a un sistema de pensiones adecuado, enfrentándose a una vejez con incertidumbre económica.

·      

Posibles soluciones y debates:

Ante esta compleja situación, se plantean diversas soluciones, muchas de ellas controvertidas:

 

·       Aumento de la edad de jubilación: 

Una medida controvertida que busca alargar el periodo de contribución al sistema. Sin embargo, plantea debates sobre la salud laboral y la capacidad de los trabajadores mayores.

 

·      Aumento de las contribuciones:

 Requerir mayores aportes de los trabajadores activos, aunque esto puede afectar su poder adquisitivo y generar resistencia social.

 

·       Reformas paramétricas:

 Ajustes graduales en las variables del sistema de pensiones, como la edad de jubilación, las tasas de contribución y el cálculo de las pensiones.

 

·       Sistemas de capitalización individual:

 

 Donde los trabajadores aportan a una cuenta individual que se invierte para generar rendimientos durante su jubilación. Aunque ofrece mayor previsibilidad, presenta riesgos asociados a la volatilidad de los mercados financieros.

 

·       Sistemas mixtos:

 Combinación de sistemas de reparto y capitalización, buscando equilibrar la solidaridad intergeneracional con la individualización del ahorro para la jubilación.

 

·       Incentivos a la natalidad: 

Políticas públicas que fomenten el aumento de la tasa de natalidad, aunque su impacto a largo plazo es incierto.

·      

Conclusión:

 La problemática de las pensiones es un desafío multifacético que exige soluciones integrales y a largo plazo. No existe una solución única, y la mejor estrategia dependerá del contexto específico de cada país. Es crucial un diálogo abierto y transparente entre gobiernos, empleadores y trabajadores para alcanzar un consenso sobre las reformas necesarias que aseguren un futuro económico seguro para las generaciones futuras. La inacción conlleva un riesgo innegable: una crisis social y económica de magnitudes imprevisibles.

Es hora de actuar antes de que la bomba de tiempo explote.

 

 

 

 

 

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